“(…) Ya no conseguía localizar en mi interior tan claramente como antes el entusiasmo por “querer correr”. No sé por qué. Pero no podía negarlo. Algo había ocurrido en mi interior.
Haruki Murakami,
Cuando un corredor se prepara para un gran desafío, pone mucho de él en juego… y suele suceder que cuando acaba con su objetivo, lo avasalle una sensación de vacío que pareciera incrementar a través del tiempo, llevándolo muchas veces a angustiarse por no encontrar nada nuevo que satisfaga su deseo… Por momentos queda detenido… sin interés por volver al ruedo…
El interés de la escritura de este artículo, se debe a la inquietud de muchos corredores en relación a esta temática… muchos me han consultado en relación a esta sensación de vacío luego de terminar con un gran desafío… a raíz de ello, en las siguientes líneas se explicitarán algunas herramientas que podemos utilizar para prevenir o, en caso de sufrir esta sensación extraña, salir pronto de ella y volver al ruedo… Pero primero, ahondemos un poquito más sobre la temática…
El vacío inmediato al cumplimiento del objetivo:
Ante todo, será de relevancia destacar que este vacío, no se trata de tener algún problema psicológico. El encontrarnos algo perdidos luego de un gran desafío, es algo normal, y ahora te voy a contar un poco el por qué…
En Psicología del Deporte abordamos las diversas habilidades psicológicas que posee el deportista. Entre ellas, nos encontramos con la motivación, que me parece que es la clave en este fenómeno que venimos mencionando. Sucede que, si la motivación no se fomenta, se desvanece… por ello es que siempre les recomiendo a los corredores que no sólo busquen el disfrute en las carreras, sino también en los entrenamientos que llevan a cabo, lo cual viene de la mano con que fijen junto a sus entrenadores, no sólo objetivos de resultado sino también objetivos de proceso para sus desafíos.
Para aclarar un poquito esto, tenemos que remontarnos al concepto de motivación. El término motivación, proviene del origen latin “motivare” que significa mover, por lo cual si no hay movimiento no hay acción. Sería el motor que nos lleva a actuar.
Existen diferentes tipos de motivación, una motivación orientada a un logro, que se relaciona con una motivación externa al deportista (una carrera, un podio, reconocimiento del otro), más dirigida a competir con los otros. Y una motivación orientada hacia la tarea, que se articula directamente con una motivación interna, intrínseca al deportista. Esta es la motivación que nos va a llevar a disfrutar no sólo de las carreras, sino de poner a nuestro cuerpo en movimiento… y será justamente, la que, en momentos posteriores a una gran competencia, nos vuelva a enchufar con el entrenamiento y el disfrute que nos permite sentir la actividad que realizamos.
Diversos términos para esta sensación:
Coloquialmente, este estado ha sido denominado como depresión post competencia o la tristeza del corredor… soy más partidaria del segundo término en tanto, lo que se experimenta es una sensación de nostalgia y desazón que se apodera del corredor. Lo que sucede es que, luego de tanta estricta rutina diaria, esfuerzo, organización en nuestra vida y entrenamiento enfocado para la competencia, culmina el gran desafío, brindamos nuestra mejor versión y, después de la euforia del triunfo, nos quedamos con esa pregunta ¿y ahora qué sigue?… lo primero que tenemos que tener en cuenta es que es un fenómeno natural. Luego de tanta energía puesta en el desafío, pareciera que el corredor se siente vacío, pues sucede, que ha dejado todo en su gran competencia… Sin embargo, si nos damos el tiempo suficiente de descanso, volveremos lentamente a sentirnos a gusto con la actividad…
Pasos a seguir para superar la tristeza post competencia:
El corredor debe saber que es un fenómeno que puede aparecer y es normal que aparezca…
Luego, debe brindarse el tiempo prudencial de descanso físico y mental para que el deseo de volver a correr aparezca… el cuerpo, sobre todo luego de una ultra maratón, queda devastado, aún cuando no existan dolores aparentes. Los mismos órganos internos sufren la demanda de una larga cantidad de horas corriendo, el ciclo circadiano se modifica, se pasan muchas horas sin dormir, comiendo alimentos de rápida digestión por demás, algunos geles y cuestiones que no dan cuenta de un ritmo diario normal de alimentación, la hidratación por lo general no da abasto y se sufre un gran estrés mental… Desde lo psicológico, se pasa una larga jornada tomando decisiones constantemente, más allá de la planificación de la alimentación e hidratación, si surgen molestias estomacales, se debe decidir que tomar y qué comer para no salir de carrera, que piedra pisar para gastar menor energía, dónde correr y dónde caminar, uso de bastones, abrigo, si cambiarme la ropa en el puesto de abastecimiento (y qué me conviene cambiar)… infinitos pensamientos que demandan atención y que hacen que realmente el corredor de forma integral, concluya agotado… Atendamos, a que esta planificación no empezó en la carrera, sino en los días previos a la misma, pensando que vestir, que llevar de alimentos encima, cuáles dejar en la bolsa (si la hubiera), qué tomar y cuando, que hacer frente a dolores musculares o estomacales, atender a los posibles imponderables y buscarles una solución previa por si llegaran a pasarnos… Son realmente muchas las cuestiones a las cuales como corredores atendemos en la previa y durante el desafío… Por lo tanto, cuando este concluye, es completamente normal que nos agarre la tristeza del corredor… pero entonces, que hacer puntualmente:
1-Descanso: Tomarse por lo menos dos semanas de descanso, en las cuales disfrutar de otras actividades sin culpas, salir con amigos, pasar tiempo con la familia, alimentarnos no tan ordenados y suplir los horarios de entrenamiento con lo que nos guste hacer… si deseo salir a correr o andar en bici lo hago, pero me olvido de los tiempos, corro con amigos o para sentirme a mí mismo nuevamente en la actividad que amo…En este tiempo de descanso, sería interesante poder reflexionar sobre uno mismo y la actividad, encontrando nuevamente esa motivación que está dentro nuestro, para descubrir realmente por qué hacemos lo que hacemos. Ahí viene la famosa pregunta ¿Por qué corro? Y el ¿Por qué empecé a correr?. Cuando nos encontremos con ello, estaremos preparados para seguir entrenando y mejorar.
2- Buscar otra meta: una meta que sea realista y alcanzable, pero que nos implique un desafío. Ahora si, se viene el momento de empezar a planificar los estímulos semanales junto al entrenador, de manera paulatina, para ir entusiasmándonos nuevamente en esto tan maravilloso que es correr!
*Cuando dudes, busques excusas, identifica esos pensamientos, frénalos y simplemente, ponerte las zapas y salí a hacer eso que amas.
Algunos tips para prevenir la tristeza post competencia:
*No corras sólo por tiempos y resultados, fija junto a tu entrenador, objetivos que sean de proceso y hagan hincapié en mejorar tu técnica, tu táctica y tus sensaciones.
*No saltes de carrera en carrera, disfruta del proceso de entrenamiento y de ver como vas creciendo y evolucionando a lo largo del tiempo en el que tus entrenos dan sus frutos.
*No saltes de distancia en distancia sin haber asentado primero la distancia menor anterior… es normal el entusiasmo, sobre todo al iniciarnos en esta actividad, el querer siempre ir por más y el ver que en nuestro alrededor todos corren mayores distancias… Pero cada uno es diferente y el tiempo de adaptación a la distancia también lo es. Preocupáte por disfrutar y sentirte cómodo en la distancia que estas corriendo, busca disfrutar el aquí y ahora, para luego, una vez que esa distancia la hayas hecho tuya, poder planificar un salto más. Muchos corredores, han saltado etapas y han sufrido más de lo que han disfrutado en la distancia continua… incluso otros tanto, se han quemado (como el síndrome del burn out, pero en el corredor) y han abandonado la actividad.
*Siempre recuerda que esto no es tu trabajo, no es una obligación, sino algo que hacés porque lo deseas, es tu elección y, seguramente al inicio lo hacías por placer… Que ese disfrute no se pierda!
El PsicoEntrenamiento depende de vos!!!
Me encantará leer tus comentarios u opiniones y, por supuesto, contactame si puedo ayudarte de alguna manera.
¡A seguir psicoentrenando!